🗓 Cerramos otra semana intensa en los mercados… ¡y qué semana!
La volatilidad volvió a estar presente con fuerza, esta vez alimentada por una tormenta perfecta de factores: tensiones geopolíticas, movimientos inesperados en el mercado de deuda, un dólar debilitado y los primeros efectos reales de una nueva guerra comercial en ciernes. A esto se suma el comportamiento técnico de unos mercados que no terminan de encontrar dirección clara y que alternan euforia y nerviosismo en cuestión de días.
A continuación, repasamos los principales focos que han marcado el pulso del mercado esta semana.
🇺🇸 Estados Unidos: entre la euforia bursátil y la presión sobre la deuda
Inflación: una buena noticia en medio del caos
El dato de IPC de marzo sorprendió positivamente. La inflación se moderó al 2,4% interanual, por debajo de las expectativas del consenso. Esta cifra se interpretó como un respiro temporal para la Reserva Federal y abrió un pequeño margen para los optimistas que aún confían en un posible recorte de tipos en la segunda mitad del año.
Sin embargo, este alivio inflacionario vino acompañado de otros elementos que generaron mucho ruido en los mercados.
Renta variable: rebote fuerte impulsado por política comercial
Pese al entorno tenso, los principales índices americanos cerraron con subidas contundentes:
- S&P 500: +5,7%
- Nasdaq 100: +7%
- Dow Jones: +5%
Las alzas fueron impulsadas principalmente por un anuncio que sorprendió a muchos: Estados Unidos pausará durante 90 días la aplicación de nuevos aranceles a la mayoría de países… excepto a China. Esta decisión se percibió como un intento de aliviar la presión comercial global mientras se mantienen las medidas más duras contra Pekín.
Este gesto fue recibido con optimismo por parte de los mercados bursátiles, que ven en ello una oportunidad de tregua temporal para la actividad económica global.
Bonos del Tesoro: suben las rentabilidades y aumentan los temores
Pero mientras las acciones celebraban, el mercado de bonos nos contaba otra historia.
- T-Note a 10 años: sube hasta el 4,49%, su mayor alza semanal desde 2001.
- T-Bond a 30 años: sube al 4,87%, reflejando mayor aversión al riesgo en los plazos largos.
¿Por qué suben tanto las tires?
- Vencimientos récord: EE. UU. enfrenta vencimientos de deuda por valor de 9 billones de dólares este año, lo que representa aproximadamente el 25% del total de su deuda.
Esto obliga al Tesoro a refinanciar a tasas mucho más altas que en años anteriores, aumentando notablemente el coste financiero del Estado.
- Menor demanda extranjera: Uno de los compradores más relevantes de deuda estadounidense, China, estaría reduciendo drásticamente su exposición a Treasuries como respuesta directa a la política de aranceles de EE. UU.
- Prima de riesgo y deterioro fiscal: Las dudas sobre la sostenibilidad fiscal a medio plazo también están empujando las rentabilidades exigidas a niveles que no veíamos desde principios de siglo.
Este movimiento en el mercado de deuda está lejos de ser anecdótico. Las curvas comienzan a normalizarse por el extremo largo, y eso podría estar señalando un cambio estructural en las expectativas de inflación, riesgo y política fiscal.
🌍 Europa: entre la debilidad económica y el ruido comercial
EuroStoxx 50: -2,5% semanal
Las bolsas europeas han quedado al margen del rally americano y muestran signos de fragilidad. La caída del EuroStoxx responde a una combinación de factores:
- Incertidumbre económica: el crecimiento sigue siendo débil y las encuestas de confianza empresarial muestran estancamiento en varios países clave.
- Exposición a China: muchos sectores industriales europeos dependen de la demanda china, que ahora está comprometida por la escalada comercial con EE. UU.
- Debilidad del consumo: los datos de ventas minoristas siguen decepcionando, especialmente en Alemania, Francia e Italia.
El BCE se queda sin margen
A pesar del entorno macroeconómico delicado, el BCE no tiene mucho margen para actuar sin generar más presión sobre el euro, lo que limita las herramientas monetarias para estimular el crecimiento.
🌏 Asia: mercados castigados por la guerra comercial
Los mercados asiáticos fueron los grandes damnificados de la semana, con caídas notables en todos los índices de referencia:
- Nikkei 225 (Japón): -6,12%
- Shanghai Composite (China): -4,64%
- Hang Seng (Hong Kong): -11,31%

Fuente: finviz.com
China vs EE. UU.: una guerra comercial cada vez más abierta
Los nuevos aranceles impuestos por EE. UU. a productos chinos —y la exclusión de China de la reciente «pausa arancelaria»— han encendido todas las alarmas.
China está contraatacando:
- Vendiendo deuda estadounidense: en un movimiento que ya está afectando al mercado de bonos y al dólar.
- Comprando oro de forma masiva: lo que ha generado un repunte histórico del metal.
- Restringiendo exportaciones de materias clave como tierras raras y componentes tecnológicos, esenciales para la industria americana.
Todo apunta a que esta no será una guerra relámpago, sino un conflicto prolongado, de desgaste, con efectos reales en cadenas de suministro, inversión y confianza global.
Activos refugio y divisas
Oro: nuevo récord histórico
- El oro alcanzó esta semana los 3.285 USD por onza, marcando un nuevo máximo histórico.
- Se revaloriza un +6,2% en la semana, reforzando su papel como activo refugio.
Este rally está impulsado tanto por la incertidumbre global como por movimientos estructurales (como el posible reposicionamiento de reservas por parte de China desde deuda americana hacia oro).
EUR/USD: el dólar pierde fuerza
- El EUR/USD alcanzó 1,1475, su nivel más alto desde principios de 2022.
- El dólar se deprecia un 4,2% semanal, afectado por:
- Venta de bonos estadounidenses
- Disminución del apetito internacional por activos denominados en USD
- Expectativas de tipos más estables en EE. UU.
Este debilitamiento del dólar favorece a los activos europeos y a los emergentes, al menos en el corto plazo, pero también podría aumentar las tensiones con países que buscan proteger su competitividad exportadora.
Perspectiva general y reflexión final
La semana que dejamos atrás ha sido un reflejo perfecto del nuevo paradigma geopolítico y económico que se está consolidando:
- Un mundo más polarizado, con bloques económicos enfrentados.
- Un mercado de deuda que empieza a dar señales de fatiga estructural.
- Un dólar que pierde momentáneamente su rol absoluto como divisa refugio.
- Un oro que resurge como termómetro del miedo sistémico.
Todo esto ocurre mientras los inversores siguen buscando rentabilidad en un entorno incierto, en el que las valoraciones siguen siendo exigentes y los márgenes de maniobra política y monetaria, limitados.
Conclusión: adaptabilidad, diversificación y visión a largo plazo
Lo que estamos viviendo no es una corrección puntual, sino un ajuste progresivo a un mundo más complejo. Las guerras comerciales no tienen ganadores, pero sí erosionan el valor, la confianza y el crecimiento.
China y EE. UU. han entrado en una dinámica de confrontación que no va de quién ganará la batalla, sino de quién resistirá más tiempo sin romper su estabilidad interna.
En este contexto, la inversión exige tres cosas:
- Cautela táctica: no es momento de hacer apuestas agresivas en direcciones únicas.
- Diversificación real: tanto geográfica como por tipo de activo y estilo de gestión.
- Visión estratégica: la inversión de largo plazo sigue siendo la mejor herramienta para surfear estos ciclos complejos.
Y ahora, una última reflexión:
¿Tu cartera refleja tu perfil y objetivos a largo plazo o está expuesta a los vaivenes del corto plazo?
Una buena asignación de activos es la mejor defensa en tiempos complejos. Consúltalo con tu asesor financiero.
Disclaimer: El presente artículo tiene fines exclusivamente informativos y educativos. Las opiniones y reflexiones expresadas reflejan únicamente el momento en que fueron publicadas, basándose en la información disponible en ese instante y no representan necesariamente a la empresa en la que trabajo y no constituye una recomendación de inversión ni asesoramiento financiero personalizado. La toma de decisiones de inversión debe realizarse considerando el perfil del inversor y, en su caso, con el apoyo de un profesional debidamente cualificado.