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Cuando el asesoramiento financiero falla: lecciones de una crisis que vuelve a repetirse

Ha vuelto a ocurrir. Una entidad que operaba con agentes financieros ha colapsado, dejando a más de 40.000 personas con graves pérdidas. Este nuevo caso pone de manifiesto una carencia estructural en España: la falta de educación financiera y de filtros a la hora de elegir en quién confiar nuestro patrimonio. Pero también nos brinda la oportunidad de reflexionar y mejorar.

Un modelo que ya había dado señales de alerta

El modelo de negocio de esta entidad, según se desprende de la investigación periodística, se basaba en una red de agentes con alta rotación, formación limitada y una estructura piramidal de incentivos donde lo que primaba era la captación de nuevos clientes. Todo ello acompañado de productos empaquetados con activos subyacentes en fondos de inversión, cuya comprensión para el inversor medio era, sencillamente, inalcanzable. https://cincodias.elpais.com/companias/2025-04-23/asi-dejo-el-modelo-ovb-40000-damnificados-altas-comisiones-marketing-multinivel-y-baja-formacion.html

El resultado ha sido devastador: productos vendidos sin entenderse, sin mediar un asesoramiento real, con comisiones ocultas que erosionaban la rentabilidad. Y, al final, la desconexión entre el cliente y el profesional que debía acompañarle.

Cómo evitar caer en manos equivocadas

La confianza es uno de los pilares del asesoramiento patrimonial. Pero la confianza no puede basarse en la cercanía personal, ni en un vínculo afectivo o familiar. La confianza financiera debe sustentarse en criterios objetivos:

  • Formación técnica acreditada.
  • Certificaciones vigentes.
  • Obligación de recertificarse cada año.
  • Transparencia en costes y estructura de comisiones.
  • Pertenencia a asociaciones reguladas como EFPA.

Como miembro de EFPA y profesional certificado, puedo afirmar que el esfuerzo y compromiso que requiere mantener la capacitación al día es alto. Pero también es necesario. Porque asesorar no es vender. Es acompañar al cliente con rigor y responsabilidad.

El coste de la desinformación

Este nuevo episodio deja daños visibles e invisibles.

  • Los visibles: el capital perdido, los productos ilíquidos, la frustración.
  • Los invisibles: la desconfianza que se instala en el ahorrador medio, que puede decidir no volver a invertir, o caer en el error de pensar que «todos son iguales».

Y no, no todos somos iguales. Como tampoco todos los médicos, abogados o arquitectos lo son. El problema es que en el sector financiero, los filtros siguen siendo bajos, y la regulación insuficiente.

La importancia de la educación financiera

La solución no es solo más regulación. Es también más cultura financiera. Que el cliente sepa preguntar, sepa desconfiar con criterio, y sepa exigir lo que le corresponde.

Desde mi rol como asesor, pero también como divulgador, llevo años defendiendo que la educación financiera es la mejor protección patrimonial. Porque empodera, porque permite elegir, y porque ayuda a evitar errores que pueden costar años de esfuerzo.

Claves para elegir bien a tu asesor financiero

  1. Busca titulaciones. CFA, EFA, EFP o similares. Comprueba en la web de EFPA si está vigente.
  2. Pregunta por su modelo de comisiones. Que te expliquen cuánto cobra y quién paga.
  3. Exige transparencia. Ningún producto debe ser una caja negra.
  4. Valora la experiencia, pero también la formación continua.
  5. Consulta referencias o casos reales. La trayectoria profesional dice mucho.

Una profesión que merece respeto (y que debe ganárselo)

El asesoramiento financiero es una profesión noble. Y como tal, exige vocación, formación y ética. Cuando se ejerce con rigor, transforma vidas. Cuando no, las arruina.

Ojalá este nuevo caso no quede solo en otro titular. Que sea una oportunidad para revisar, exigir y mejorar. Desde dentro del sector y desde fuera. Porque todos salimos perjudicados cuando el cliente pierde.

Conclusión

Invertir es una decisión importante. Pero, sobre todo, es una decisión de confianza. Por eso, antes de decidir dónde poner tu dinero, asegúrate de saber a quién se lo estás confiando. No te dejes llevar por promesas ni cercanías emocionales. Pide criterio, exige formación y busca profesionales que pongan tu interés por delante.

Porque, como dice el lema con el que abro este artículo: Invertir es decidir a quién confiar lo que más valoras.


Disclaimer: El presente artículo tiene fines exclusivamente informativos y educativos. Las opiniones y reflexiones expresadas reflejan únicamente el momento en que fueron publicadas, basándose en la información disponible en ese instante y no representan necesariamente a la empresa en la que trabajo y no constituye una recomendación de inversión ni asesoramiento financiero personalizado. La toma de decisiones de inversión debe realizarse considerando el perfil del inversor y, en su caso, con el apoyo de un profesional debidamente cualificado.